¿Qué se puede decir de la Alhambra como "destination"... que no haya sido ya dicho antes?
Se puede hablar de sus murallas milenarias, de sus jardines delicadamente diseñados...
de la grandeza de su construcción, imponente... eterna...
de su localización, de su importancia ahora y en su tiempo, siendo la fortaleza alrededor de la cual se asentararon los muchos habitantes del Albaycin...
de la historia que ha pasado por ella, de las historias de tantas personas... ¿cómo sería ser un abencerraje y vivir en este palacio? (¿y ser luego amante secreto de la Sultana... como dice la leyenda del ciprés milenario del patio del Generalife? - que es "lo que le da calidad" al patio, que dirían en Sinopsis de cine)
Se puede hablar de las fuentes...
aunque más merece la pena escuchar el rumor del agua que de ellas brota...
...se puede hablar de las puertas... con sus entradas en codo, para despistar visitas no esperadas...
de sus ventanas, sus balcones, con sus vistas... que invitan a la contemplación exterior, pero también interior, a la tranquilidad y el recogimiento.
De los detalles decorativos... exquisitos, seguramente pensados al extremo de la perfección.
¿Y del Generalife? Cuando piensas que ya has visto toda la grandiosidad y belleza del complejo, tras pasar por la Alcazaba y los Palacios Nazaríes (incluso sin entrar)... llegas al Generalife y no te lo puedes creer... todavía hay más!
El patio de marras... y el ciprés testigo de los amores... quién fuera abencerraje... quién fuera Sultana!
Casi siempre se visita la Alhambra cuando viene algún guiri o algún amigo de muy lejos a Granada - y hay que reservar con tiempo y es eso que "no se puede perder". Hoy pensaba que el precio tampoco es para tanto como para que no merezca la pena ir una vez al mes (sacrificando incluso alguna que otra cerveza, si se quiere ahorrar), o bueno, más de vez en cuando!!
Recomendar una visita a la Alhambra es una perogrullada ... pero sí os recomiendo a la mayoría de vosotros, que sé que la habéis visto más de una vez, más de dos veces, que vayais a pasear allí la próxima vez que visitéis Granada... o incluso, si vivís aquí. Incluso sin entrar a los palacios nazaríes, como la visita que hice hoy yo, merece muchísimo la pena. Es, además, un paseito muy agradable y luego vuelve uno por Plaza Nueva y se toma unas cervecitas con tapa, ¡que son una maravilla!
